"Son tiempos difíciles para los soñadores"

Para comenzar la crítica, cabe destacar el magnífico trabajo de sonido apreciable a lo largo de la película. Por otro lado, la calidad narrativa y cinematográfica le atribuyen a esta obra maestra un aire de singularidad, conjugando la presentación escénica con la particular historia.

Durante la película, se vislumbra la evidente y notable originalidad con que se presenta y desarrolla la historia, enfatizando la transición de la soledad a la compañía a través de una serie de sucesos impulsados por la necesidad de la protagonista ante un pasado familiar carente de cariño y cercanía; su temática fresca y atrayente en que rompe con los patrones comunes, marcado desde el inicio de la película, donde destaca la peculiaridad y extravagancia con que se presentan hechos como, al momento la fecundación de Amélie, paralelamente un hombre luego de asistir al funeral de su mejor amigo lo borra de su lista telefónica.

Las tácticas empleadas por la protagonista, como generar encuentros con Nino a través de mensajes ocultos, proyectan una realidad mezclada en gran parte con un mundo perfecto inexistente en la realidad externa de cualquier individuo, lo que nos sumerge en un mundo deseado y ansiado, pero que en su mayoría no es más que una representación maravillosa del mundo en que vivimos. 

Éste romántico relato nos expresa la vida desde una perspectiva distinta, aludiendo a un modelo de persona  retraída, que goza con los más sencillos y simples placeres, como arrojar piedras al agua para relajarse, observando su existencia desde un punto de vista más profundo, en donde la protagonista distingue su triste soledad, y emprende camino en busca de la felicidad ajena, percatándose de que a su vez perseguía su propia felicidad.

Ésta obra cinematográfica nos deja como enseñanza principal el intentar vivir más reflexivamente, de una manera más humana, y de cierta forma volcarnos a nuestra interioridad, vivir con cierta magia que nos permita encontrarnos a nosotros mismos como seres emocionales, y a su vez nos conceda establecer vínculos humanos más allá de lo perceptible, inmersos en una realidad espiritual.




Josefa Almagiá, María Farías, Camila Pérez, Valentina Vargas, Constanza Vivanco.